
Tipos de ansiedad
Hace unas semanas aprendíamos a diferenciar entre un estado normal de ansiedad y el estado patológico.
Ahora vamos a hablar de los tipos más comunes de trastornos de ansiedad que se presentan en consulta.
Hace unas semanas aprendíamos a diferenciar entre un estado normal de ansiedad y el estado patológico.
Ahora vamos a hablar de los tipos de ansiedad más comunes de trastornos de ansiedad que se presentan en consulta.
Los trastornos de ansiedad conforman una de las patologías más frecuentes en terapia psicológica.
Es muy habitual además que acompañen a otros tipos de trastornos, como depresión, TLP, etc.
Un trastorno de ansiedad puede llegar a ser muy incapacitante para la vida de la persona. No es lo que comúnmente escuchamos como “estoy nervioso/a, tengo ansiedad”. En el caso de sufrir un trastorno de ansiedad, puede afectarse el funcionamiento de distintas áreas de tu vida. Puede llegar a afectarte en las relaciones sociales, familiares, de pareja, en el trabajo o en las actividades escolares, en caso de estudiantes, incluso en tus relaciones sexuales.
En estos casos, es necesario que un/a profesional de la salud (médico de cabecera, psiquiatra, psicólogo/a) elabore un diagnóstico al respecto y un plan de intervención.
Los signos y síntomas de los tipos de ansiedad más comunes incluyen los siguientes:
- Aumento del ritmo cardíaco
- Respiración acelerada (hiperventilación)
- Sudoración
- Temblores en extremidades (brazos, manos, piernas…)
- Opresión en el pecho, incluso dificultad al respirar
- Vértigo, mareos
- Dificultades para conciliar el sueño
- Problemas gastrointestinales
- Sensación de nerviosismo, agitación o tensión
- Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe
- Sensación de debilidad o cansancio
- Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual
- Tener dificultades para controlar las preocupaciones
- Tener la necesidad de evitar las situaciones que generan malestar
Es importante que tengas en cuenta que estos son los más comunes, que no es necesario que se den todos estos síntomas para tener ansiedad. Dependiendo de la persona y del tipo de trastorno, pueden darse unos u otros.
Los tipos de ansiedad más comunes son los siguientes:
- Fobia específica. Es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por un fuerte miedo irracional a un estímulo concreto, como una situación, un objeto, un insecto, etc. La persona que padece de fobia específica hace todo lo posible por evitar el estímulo que le provoca ansiedad.
Hay muchos tipos de fobias específicas. Algunas de ellas son:
- Fobia a los insectos, como las arañas (aracnofobia), las cucarachas (blatofobia)…
- Fobia a los animales (zoofobia), como a los perros (cinofobia), a los pájaros (ornitofobia)…
- Fobia social. Es un temor persistente a exponerse a situaciones sociales, por miedo a ser valorados y/o analizados negativamente por los demás. Aparece una intensa vergüenza y temor a ser humillados.
- Crisis de angustia/ataques de pánico. La persona sufre un ataque de ansiedad de forma inesperada, a veces recurrente. Una de las características posteriores es el temor y la preocupación excesiva que aparece en la persona a que se repita otro ataque, dado lo imprevisible de la situación.
- Agorafobia. La persona tiene miedo a estar en determinados lugares, ya que percibe que puede ser difícil escapar de ahí si le ocurriera “algo”, o de recibir ayuda. Se genera un “miedo de tener miedo”. Generalmente se da en lugares muy concurridos, con multitud de gente, como ciertas festividades; tal es el caso de ferias, Semana Santa, etc., aunque también puede ocurrir en lugares como bares con mucha gente.
- Trastorno de ansiedad generalizada. La persona sufre una preocupación excesiva por muchas cosas, durante la mayor parte del día. Suele sentir inquietud, tensión muscular, problemas de sueño, dificultad para relajarse, para concentrarse, etc. Cualquier situación, por mínima que sea, suele producirle angustia y ansiedad.
- Trastorno obsesivo-compulsivo. La persona tiene preocupaciones recurrentes y persistentes (obsesiones) que intenta mitigar y controlar con comportamientos repetitivos o rituales (compulsiones). En función del grado e intensidad del trastorno, la persona puede ver muy limitada su actividad diaria. Algunas compulsiones pueden ser lavarse las manos repetidamente, comprobaciones de puertas (si están adecuadamente cerradas), del gas, de los grifos, conteo de números, necesidad de que las cosas estén de una determinada manera, etc. Muchas de las personas que sufren este trastorno y las personas con las que conviven, no son conscientes de esta enfermedad, llegando a llamar a las compulsiones “manías” o que la persona hace cosas “raras”.
- Trastorno por estrés postraumático. Este trastorno de ansiedad aparece tras sufrir un acontecimiento traumático, que es vivido con mucha angustia y miedo. Puede aparecer tras un accidente, tras la muerte súbita de una persona querida (como un suicidio), después de haber sufrido un atraco, una violación, violencia machista, etc. La persona teme por su integridad física y psicológica, y suele asustarse con facilidad, llegar a paralizarse, etc. Habitualmente, revive el suceso traumático en los pensamientos durante el día y en el sueño durante la noche, con pesadillas recurrentes.
Te recomiendo que si piensas que tú u otra persona de tu entorno, estás sufriendo algo parecido a lo que se describe en este post, acudas a un/a psicólogo/a que te ayude a solucionarlo.